La disfunción eréctil es objeto de burlas y bromas populares en todos los estratos sociales, sin embargo es un problema de salud que afecta al 8% de los hombres de más de 40 años.
La disfunción eréctil no es para tomarla en broma, ya que no solo imposibilita la capacidad de tener relaciones sexuales, sino que afecta el autoestima e incluso puede ser síntoma de enfermedades como cardiopatías o diabetes, y afecta al 8% de los hombres de más de 40 años y a un 40% con 60 años cumplidos.
Por ello aquí les compartimos algunas de las recomendaciones que hacen los especialistas para evitar este problema
1. Consuma (mucho) aceite de oliva
Incremente el consumo de “oro líquido”, frutas, verduras, pasta… y todo lo que engloba la aplaudida dieta mediterránea.
2. Apague el cigarrillo
Los hombres que fuman tienen más riesgo de verse afectados por la DE, y cuantos más cigarrillos humean, mayor es el riesgo.
3. Muévase (pero no en bici)
Si padece problemas de erección, no se quede tirado en el sofá. El deporte mejorará su circulación sanguínea y, por tanto, su rendimiento. El 80% de los casos de disfunción eréctil están causados por problemas vasculares.
4. Dé una oportunidad al herbolario
La arginina es un aminoácido que aumenta el flujo de sangre necesario para el acto sexual. La arginina se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la soja, el arroz integral, el pollo, las nueces y los lácteos; y, por supuesto, en un montón de frasquitos de herbolario.
5. Relájese: medite
El estrés es responsable de muchos trastornos de salud, también de la DE. Y no solo eso: la impotencia puede generar estrés a quien la padece, así que es un círculo vicioso. Intente alejarse de la ansiedad: relájese, practique regularmente ejercicios de respiración, trate de desconectar del trabajo y relativice los problemas.
6. Haga mucho el amor
A más sexo, menos disfunción eréctil. Entrando en detalle, de quienes padecían disfunción eréctil el 7,9 % en hombres que tenían sexo menos de una vez por semana, del 3,2 % en quienes lo hacían una vez por semana y un 1,6 % entre aquellos atletas sexuales que lo practicaban tres o más veces cada siete días.